viernes, 20 de abril de 2012

Curso atención temprana

Un curso atención temprana implica, dentro de un proyecto de asistencia a un niño con problemas de educación, la necesidad de prevenir, detectar e intervenir ante situaciones problemáticas en el desarrollo, teniendo como objetivo el asegurar el bienestar físico, psicológico y social del pequeño que presenta discapacidad, trastornos o tiene el riesgo de padecerlos.

Entre los objetivos del curso atención temprana, podemos mencionar el conocer el ámbito de actuación, la población objetivo y los principales modelos teóricos en este sector, aprehender las pautas básicas de diagnóstico e intervención en niños con trastornos evolutivos y comprender en amplio espectro los signos precoces de los diversos trastornos y dificultades en el desarrollo para hacer posible una detección temprana y una intervención más efectiva.

Por lo general, este tipo de cursos van dirigidos a maestros especializados en educación infantil o primaria, psicólogos, psicopedagogos, pedagogos, y demás, sin dejar de considerar a cualquier universitario interesado en desempeñar su labor profesional en el ámbito docente. Los mismos pueden prepararlos para hacer frente a la dura realidad que muchas veces nos encontramos en las aulas.

Sobre la metodología, debemos señalar que el material entregado en este tipo de curso atención temprana lleva consigo muchas veces una especie de guías, en las que se detallan ejercicios a modo de prueba, muy semejantes a los que luego se inculcarán sobre los alumnos.

Los procedimientos que se llevan a cabo en el curso atención temprana, de hecho, la idea de los profesores es evaluar a los alumnos mediante la realización de los ejercicios mencionados anteriormente, ya que se trata de una materia demasiado seria como para la promoción ligera de los mismos, y que requiere por parte de los aprendices, una gran dedicación. Actualmente, de todas formas, existen interesantes variantes de este tipo de cursos que se realizan directamente de modo on-line.

jueves, 19 de abril de 2012

Centro atención temprana

Aunque los centros atención temprana son aún relativamente pocos en el mundo, entero, la conciencia del existir de la estimulación temprana requerida por los niños que necesitan de contención para su desarrollo correcto, ha hecho replantearse a muchos establecimientos la posibilidad de dedicarse a este objetivo.

Concretamente, los centros atención temprana tienen que ver con recintos donde se lleva a cabo el trabajo realizado por fisioterapeutas, logopedas, psicopedagogos y otros profesionales de la salud y la educación, dirigido al tratamiento de los problemas de desarrollo con los métodos tradicionalmente en estos niños.

En los centros atención temprana, se facilita la posibilidad de que los expertos mencionados anteriormente, además de tener un contacto directo no sólo con el niño, sino con su familia que también debe asistir, puedan seguir de forma detallada las evoluciones que presenta cada uno de los pacientes, lo que les permite ir realizando las modificaciones en los procedimientos que requiera el caso de forma particular, sin atarse a ningún método general.

La mayoría de los centros atención temprana se forman desde una perspectiva terapéutica, en la que la estimulación se hará más intensiva y adaptada a las necesidades concretas del niño con dificultades. Como muchos de estos espacios, de todas formas, no se dedican únicamente a este tipo de asistencia, puede que no sean tenidos en cuenta a la hora de elaborarse listas y demás contabilizaciones al respecto.

A la hora de ingresar en estos centros atención temprana, normalmente se comienza con una primera entrevista de orientación a los padres, a la que concurren con el niño. Luego, posiblemente sean los tutores los encargados de escoger la estimuladora, de acuerdo a las necesidades del niño, teniendo en cuenta su formación específica en la materia. Es justamente ella quien se ofrece como puente que posibilita el vínculo madre-hijo, y que solo puede ser instalado si ha habido una “transferencia”, mediante la confianza depositada en la persona que aborda el trabajo de estimulación.

miércoles, 18 de abril de 2012

Atención temprana

El Libro Blanco, una de las más interesantes publicaciones acerca de la atención temprana, la define como un “conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0-6 años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos”.

Lo interesante del caso en los programas y actividades de atención temprana que se desarrollan con estos fines, es que tienen la intención de mejorar la calidad de vida del pequeño, utilizando para ello todos los elementos que determinan su existencia, como por ejemplo sus factores puramente biológicos, o la influencia de su familia.

De esta forma, estaríamos hablando, al hacerlo de la atención temprana, de un conjunto de intervenciones, dirigidas tanto a los niños con síndrome de Down de 0 a 6 años, como a sus familias y entorno, con el principal fin de dar respuesta a las necesidades que presentan estos niños para potenciar al máximo su desarrollo.

Anteriormente, este concepto acerca de la necesidad de ciertos niños de tener un soporte en su desarrollo, pasó por otros nombres, como por ejemplo estimulación temprana, estimulación precoz, intervención temprana o precoz, y demás, todos igualmente definidos en base a su relación con la educación infantil.

Por caso, en los ejemplos que involucran niños nacidos con síndrome de Down, el de más fácil detección por la gravedad que entraña, una de las primeras recomendaciones que reciben los padres es la de que lo lleven a un centro de atención temprana, lo que incluye no sólo que el niño debe ir a unas clases, sino que tanto su familia como él mismo, deben ponerse en contacto con un equipo de profesionales multidisciplinar, compuesto por psicólogos, pedagogos, estimuladores, trabajadores sociales y médicos, entre otros.

martes, 17 de abril de 2012

Atención precoz

La atención precoz, atención temprana, tiene que ver con una serie de métodos, muchas veces incluidos en programas específicos, que intentan obtener la potenciación máxima de las posibilidades físicas y mentales de un niño, casi siempre entre las edades de 0 a 6 años.

Aunque antes podía decirse que a través de la atención precoz se buscaba estimular al niño mediante el mayor número de estímulos corporales que pudiera recibir, en los últimos años, en cambio, se opta por seguir un conjunto de las bases y técnicas científicas basadas en el amplio conocimiento que se debe tener sobre el desarrollo de los pequeños, en atención a sus factores tanto biológicos, como sociales, culturales y demás.

Estos programas, que normalmente tienen fines preventivos y de tratamientos específicos, van dirigidos sobre todo a pequeños, desde su nacimiento hasta su ingreso en la escuela primaria a los seis años, que debido a sus condiciones biológicas o psicosociales presentan trastornos en su desarrollo o se estima que tienen riesgo de padecerlos.

Muchas de las claves que pueden modificar la forma en la que se llevan a cabo estos tratamientos de atención precoz tienen que ver con la familia y el entorno del niño, mediante los cuales se intenta formar constante información sobre el desarrollo del tratamiento.

Entre las alteraciones y trastornos del desarrollo que más normalmente justifican la aparición en escena de estos tratamientos de atención precoz, podemos diferenciar siete tipologías: los de desarrollo motriz, cognitivo, sensorial, del lenguaje, del desarrollo en sí mismo, de la conducta, y emocionales.

Normalmente, los más fáciles de detectar son los relacionados con el desarrollo motriz, situación en la que se considera que la patología afecta a nivel de vías, centros o circuitos nerviosos implicados en la motricidad. Aquí se incluyen formas y grados de parálisis cerebral, espina bífida, miopatías, etc. y también diferentes disfunciones motrices menores, como retardo motriz, hipotonía y demás.

lunes, 16 de abril de 2012

Estimulación temprana

El concepto de estimulación temprana, referido a la educación infantil, y que también puede denominarse como “estimulación precoz” o “atención temprana”, tiene que ver con una serie de técnicas para el desarrollo de las capacidades de los niños en su primera etapa de la vida, que normalmente se comprende entre su nacimiento y los seis años.

Normalmente, todos los métodos que pueden llegar a encuadrarse dentro de la estimulación temprana, tienen que ver con la intención de corregir en los pequeños trastornos reales o potenciales en su desarrollo, en algunos casos, o bien para estimular capacidades compensadoras.

En cualquier caso, cualquiera de las técnicas que se lleven a cabo deben contemplar al niño en su forma global, es decir, teniendo en cuenta no sólo las aptitudes que demuestre por sí mismo, sino también el ambiente en el que se desempeña, conformado casi siempre por la familia y el entorno.

La estimulación temprana cuenta con la gran ventaja de que en estos primeros años de vida, el niño se caracteriza por un alto grado de lo que se denomina “plasticidad neuronal”, es decir, las funciones del cerebro que le permiten adquirir procedimientos básicos, como el control postural, la marcha o el lenguaje.

Para el correcto desarrollo de estas facultades, se debe tener en cuenta la intervención de dos factores. El primero de ellos son los genes, que establecen la base de capacidades propias de cada individuo desde su llegada a la vida; y los segundos son los contornos ambientales, justamente sobre los cuales intervienen este tipo de programas, estimulando o inhibiendo según cada acción del pequeño.

Dentro de los factores ambientales sobre los que trata la estimulación temprana podemos mencionar los biológicos, como el estado de salud general, su nutrición, etc.; y los psicológicos, sociales y culturales, como sus vínculos afectivos, su interacción con el ambiente, y demás.