El tiempo de calidad es un
tema polémico. En realidad no existe algo como tiempo de calidad, lo que existe
es tiempo que pasamos con nuestros hijos.
O pasamos tiempo con ellos o no, pero no podemos estar con nuestros hijos y al
mismo tiempo enviando mensajitos por el móvil.
¿Cómo surgió el concepto de tiempo de calidad?
Surgió para apaciguar las
conciencias de algunos padres que no pasaban nada de tiempo con sus hijos, por culpa
del trabajo o su vida social. Lo cierto es que nada reemplaza el tiempo que
pasamos con nuestros hijos, haciendo lo que sea.
No me refiero al tiempo, que
pasamos haciendo estimulación
temprana o adecuada, me refiero al tiempo que pasamos leyéndoles, jugando,
cantando o paseando. Este tiempo tiene un poder tremendo a la
hora de crear una buena relación y expandir
la inteligencia del pequeño en todas sus facetas, incluyendo la
inteligencia emocional.
Si por cuestiones de trabajo
tienes poco tiempo, utilízalo en estar con tu hijo, en trabajar juntos en el jardín
o en salir a caminar. Este tiempo que pases con él es como un tesoro y una
herencia emocional que le dejas de por vida.
Por otro lado, es una
verdadera pena perderse este tiempo con nuestros hijos, porque es una de las
mayores alegrías de la vida verlos crecer y desarrollarse. Es precioso cuando
tu hijo te dice que te quiere y te da un abrazo de manera espontanea. No
pienses solo en términos de calidad, piensa en términos de cantidad de tiempo
juntos.
Todo el tiempo que pases con tus hijos será recompensado de muchas
maneras.
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